En los momentos de silencio, en los que sientes que nada pasa y que Dios no te escucha. Es ahí donde el te dice “es un momento de cambio y transición”. Aún nuestros cuerpos pasan momentos de dolor y es en medio de estos que nos preparamos para un cambio interno, el cuerpo se prepara para entrar en una nueva temporada. El cambio es seguro y Dios nos prepara para algo nuevo.
- No se trata de retroceder o rendirse
- No cuestiones por lo que estas pasando
- No menosprecies el proceso de dolor
Es importante que mantengas la calma y tu firmeza, para que puedas escuchar la instrucción de Dios sobre el proximo paso o decisión a tomar.
Al fin del día todo pasará y a pesar de este proceso te vas a levantar. Es poder entender que mucho más que esa armadura fuerte que llevas por fuera cómo la Mariquita existe algo más delicado y a la vez tan poderoso, llevan demasiado tiempo escondidas. Así que sin retroceder o detenerte es tiempo que comiences a usar lo que esta temporada demanda de ti. Extiéndete y usa esas alas, para que te remontes sobre toda adversidad y triunfes. ¡Mujer, vuela y vuela alto!